A simple
vista parece una criatura que al jugarla en el segundo turno la mayoría de las
veces no pasará del 2/3 y requerirá de una partida muy larga para tener un
tamaño relevante. Si la observamos más detenidamente se hace patente como no solo es determinante en la partida
avanzada, si no que incluso es una de las armas principales de los mazos
agresivos.
Su tamaño
depende de las cartas que haya en los cementerios, y estos cuentan en los
primeros turnos con tierras (gracias a fetchlands
y Erial) en prácticamente
todas las partidas. Puesto que la inmensa mayoría de las barajas cuentan con
criaturas y/o anti-criaturas, y se abusa de contrahechizos en el metajuego, los
cementerios se vuelven ricos y variados en cartas para hacer crecer a nuestro
lhurgoyf. Los cantrips como Inspiración
súbita y los hechizos de descarte como Hymn
to Tourach aceleran también el crecimiento de esta criatura muy temprano en
la partida. Por todo ello da igual con que color acompañemos al verde, esta criatura se beneficiará de
contrahechizos, hechizos de descarte, de daño directo y removal, tanto nuestro
como del rival.
A la hora
de considerar su tamaño no podemos olvidar que cualquier carta con dos tipos otorgará
+2/+2 a Tarmogoyf, y que varias cartas del mismo tipo son redundantes. Por ello
agradecerá la inclusión en nuestro mazo de criaturas artefacto y hechizos
tribales.
Aunque
tenga todas las desventajas de una criatura sin habilidades (ya que no evita a bloqueadores ni ser eliminada
por cualquier anti-criaturas) supone un gran desequilibrio en la partida. Al
poder atacar como 3/4 o 4/5 en el tercer turno (eso sin ayuda de un Jerarca noble) sin grandes
dificultades y crecer hasta 6/7 a lo largo de la partida, representa un gran peligro
para cualquier rival por no tener ninguna criatura de esas proporciones tan
pronto.
En resumen,
Tarmogoyf es una criatura de enorme
calidad, fácil manejo, que puede incluirse en casi cualquier mazo con fuentes
de maná verde y siempre supondrá el gasto de recursos frente a criaturas o un
gran problema para el rival.
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